Los estudiantes de 4 años nos acercamos nuevamente hasta el Río Manzanares para trabajar la motricidad en el medio natural.

Para ello, creamos un circuito motriz totalmente natural, con troncos caídos, desniveles de terreno y charcos.

Para sortear todos estos obstáculos, nuestros estudiantes debían tomar riesgo y con los movimientos que ellos vieran necesarios (saltos, equilibrios, trepa, coordinación oculo-manual y oculo-pédica, gateo, etc…) ser capaces de superar esta aventura para poder llegar hasta los charcos y, disfrutar de ellos.

Así, nuestros estudiantes, disfrutaron de una mañana de aventuras a través de un aprendizaje autónomo y colaborativo, y nos quedamos con la gran experiencia de poder saltar charcos, a pesar de que llegamos un poquito mojados ☺